Perdiéndome a mí mismo

Desciendo lentamente al lugar que juré una vez no volver…

¿Cómo pasó? ¿Cómo pude volver a este punto? ¿Qué sucedió conmigo?

Realmente ya no lo sé, esas preguntas llovieron mucho tiempo sobre mí, empapándome de dudas… Aunque ahora, solo hay una sequía enmudecedora, ya no hay preguntas, ya no hay nada sobre lo que deba cuestionarme. Puedo decir que ya es tarde para eso.

Ya no hay nada a lo que pueda aferrarme, ni esperanza en la que desee apoyarme. Perdí muchas cosas creyendo que hacía las cosas correctamente y terminé más vacío que antes.

Los sueños que alguna vez poseía me fueron arrebatados por la cruel realidad, muchos de ellos eran los que una vez formé desde pequeño… La ingenuidad y la ilusión que contenían perecieron junto con ellos, ese fue el primer gran golpe.

La confianza en mí mismo fue quebrantada, ya no hay paso que pueda dar firmemente, dudo y me cuestiono al hacerlo. Me tiemblan las rodillas, carezco de fuerza al querer tomar la iniciativa y mi rumbo ha sido desorientado. Honestamente ya no puedo verme a la cara, huyo de mi propio reflejo, ese fue el segundo gran golpe.

Mi estado de ánimo fue vulnerado, solo queda de mí una gran inestabilidad en la que vivía balanceándome, temeroso siempre de caer, jugando con el hilo que separa la cordura y la locura. Hasta que no pude más, y desenfrenadamente mi montaña rusa emocional fue a pique, destruyéndome por completo, ese fue el tercer gran golpe.

Mi mente me consumió por completo, devorando la tranquilidad por completo, sin estar satisfecho de ello se abrió paso hacia mi autocontrol y lo engulló sin pensárselo dos veces, me arrebató toda paz interna y tomó poder sobre mis recuerdos.. Me hizo revivir el dolor pasado y despertó tantas inseguridades que yacían dormidas, tanto sufrimiento que supuse estaba ausente lo hizo presente, ese fue el último gran golpe.

Ahora bien, luego de recibir tantos golpes he decidido apagar todo. Seguir en automático y dejar que me lleve la corriente, porque ya no puedo más, sinceramente, ya no. Eso sí, no sin antes de ver al responsable de todo esto, quedé enmudecido… Levantar mi pálido rostro, solo para observar que la persona que estaba al frente, quien me ha condenado a este infierno personal no era más que yo mismo..

Luego de eso me propuse emprender mi último gran camino hacía el lugar que tanto dije que no volvería más nunca, al sitio que incluso juré no volver a pisar.. Me encuentro en estos momentos descendiendo los peldaños hacia el abismo.

Ese abismo…. Ese lugar que tantas cosas me arrebató, ese sitio que devoró gran parte de mi esencia y me hizo tan miserable. Nunca creí volver a tí y ahora me esperas para recibirme con los brazos abiertos, listo para consumir lo poco que queda de mí.

Ya no me reconozco, la persona que una vez solía ser ya no está, no queda nada de mí para oponerme a lo que viene y sencillamente perdí el interés en querer luchar una batalla que decidí perder.. Solo me resta aceptar lo que viene, lo que me toca y hundirme en la nada por completo, y desaparecer.

Ya casi estoy cerca..

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